MEDALLAS SAN BENITO
La Medalla de San Benito es uno de los "objetos" religiosos más famosos del mundo, junto con la llamada "Medalla Milagrosa", la que la Virgen entregó a Santa Catalina Labouré en 1830 en París.
Origen de la medalla de San Benito
Para los cristianos la cruz es el símbolo distintivo de su fe en Cristo. Por los escritos antiguos de San Gregorio Magno (540-604), sabemos que San Benito tenía una profunda fe en la cruz y hacía milagros con el signo de la cruz. Esta fe y devoción a la cruz se transmitió a las siguientes generaciones de benedictinos.
Las medallas que representan a San Benito con una cruz en alto en su mano derecha y su regla para los monasterios en la otra, esta escena da difusión a la devoción de la Cruz de Cristo. Por ello, la cruz siempre ha estado estrechamente asociada a la medalla de San Benito, que a menudo se denomina Cruz-Medalla de San Benito.
Medalla exorcismo
En el borde de la medalla puedes ver una oración en latín, en la que se pide la presencia de San Benito para que seamos fortalecidos en la hora de la muerte. Son las letras iniciales de una oración latina de exorcismo contra Satanás. Podrás conocer mas detalles mas abajo durante todo el artículo.
Renovación diseño medalla San Benito
Este diseño de medalla es el más conoci y es también llamada “La Medalla del Jubileo de Montecassino”
En 1880 para conmemorar el 1400 aniversario del nacimiento de San Benito se incorporó finalmente a una nueva medalla acuñada en 1880 bajo la supervisión de los monjes de Montecassino, Italia, con un nuevo diseño.
A petición del Prior de Montecassino de diseño esta medalla, realizado en la Archabadía de San Martín, Beuron, Alemania,, Rev. Boniface Krug OSB (1838-1909). El prior Bonifacio fue originalmente un monje de la archiabadía de San Vicente, en Latrobe, Pensilvania, hasta que fue elegido para convertirse en prior y más tarde en arzobispo de Montecassino.
Desde entonces, la Medalla del Jubileo de 1880 se ha convertido en la medalla más popular, en todo el mundo cristiano, de todas las que se han hecho en honor a San Benito.
DETALLES DE LA MEDALLA
Existen dos "versiones" de la infame medalla: la primera es la medalla "simple", a menudo de plata o de metal; la segunda se coloca en el centro de las cruces que se llevan al cuello. Lo hemos "encontrado" a menudo al visitar abadías benedictinas: Italia y Europa son ricas en este tipo de edificios religiosos, testimonio de la amplia difusión de la Orden de San Benito.
Dado que la Medalla del Jubileo de 1880 tiene todas las características importantes asociadas a la Medalla de San Benito, la siguiente descripción de esta medalla puede servir para aclarar la naturaleza y la intención de la medalla de San Benito.
Conoce la serie de inscripciones y representaciones que se encuentran en ambas caras de la medalla
FRONTAL MEDALLA SAN BENITO
En la cara de la medalla aparece la imagen de San Benito con los siguientes detalles:
Mano derecha San Benito
En su mano derecha San Benito sostiene la Cruz, el símbolo cristiano de la salvación. La cruz nos recuerda la celosa labor de los monjes y monjas benedictinos para evangelizar Europa, sobre todo entre los siglos VI y IX-X.
Mano izquierda San Benito
En la mano izquierda de San Benito está un libro que es la Regla para los monasterios.
La copa envenenada y un pan envenenado
En el pedestal a la derecha de San Benito se encuentra la copa envenenada, destrozada cuando hizo la señal de la cruz. En el pedestal de la izquierda hay un cuervo a punto de llevarse un pan envenenado que un enemigo envidioso había enviado a San Benito.
La Cruz de nuestro santo padre Benedicto
Sobre la copa y el cuervo están las palabras en latín: Crux S. Patris Benedicti (La Cruz de nuestro Santo Padre Benedicto).
Que nos fortalezca su presencia en la hora de nuestra muerte.
Fortaleza a la hora de nuestra muerte
En el borde de la medalla, rodeando la figura de Benedicto, aparecen las palabras en latín: ¡Eius in obitu nostro praesentia muniamur! , que significa:¡Podemos ser fortalecidos por su presencia en la hora de nuestra muerte!.
Los benedictinos siempre han considerado a San Benito como un patrón especial para una muerte tranquila. Él mismo murió en la capilla de Montecassino, de pie, con los brazos levantados al cielo, sostenido por los hermanos del monasterio, poco después de recibir la Sagrada Comunión.
Del santo Monte Cassino, 1880
A los pies de Benedicto se lee: ex SM Casino MDCCCLXXX (del santo Monte Cassino, 1880). Esta es la medalla acuñada para conmemorar el 1400 aniversario del nacimiento de San Benito.
REVERSO MEDALLA SAN BENITO
¡Que la santa cruz sea mi luz! ¡Que el dragón nunca sea mi guía!
En el reverso de la medalla, la cruz es dominante. En los brazos de la cruz están las letras iniciales de una oración en latín: ¡Crux sacra sit mihi lux! ¡Nunquam draco sit mihi dux! (¡Que la santa cruz sea mi luz! Que el dragón nunca sea mi guía).
Cruz de nuestro santo padre Benedicto
En las esquinas de la cruz, las letras CSPB significan Crux Sancti Patris Benedicti (La Cruz de nuestro Santo Padre Benedicto).
¡PAZ!
Encima de la cruz está la palabra pax (paz), que ha sido un lema benedictino durante siglos.
¡Desaparece Satanás! ¡Nunca me tientes con tus vanidades! Lo que me ofreces es malo. ¡Bebe el veneno tú mismo!
Alrededor del borde del reverso de la medalla, las letras VRSNSMV - SMQLIVB son las letras iniciales, como ya se ha mencionado, de una oración latina de exorcismo contra Satanás: ¡Vade retro Satana! ¡Nunquam suade mihi vana! Sunt mala quae libas. ¡Ipse venena bibas! (¡Vade retro Satana! ¡Nunca me tientes con tus vanidades! Lo que me ofreces es malo. Bébete el veneno tú mismo).
Donde llevar la medalla de San Benito
No hay una forma especial de llevar o usar la medalla de San Benito. Se puede llevar en una cadena alrededor del cuello, atado al rosario, guardado en un bolsillo o bolso, colocado en el coche o en casa.
Algunos creyentes suelen colocar la medalla en los cimientos de casas y edificios, en las paredes de graneros y cobertizos, o en su lugar de trabajo. El propósito de usar la medalla en cualquiera de las formas mencionadas es invocar la bendición y la protección de Dios sobre nosotros, dondequiera que estemos, y sobre nuestros hogares y propiedades, especialmente a través de la intercesión de San Benito. Con el uso consciente y devoto de la medalla, ésta se convierte, por así decirlo, en una oración silenciosa constante y nos recuerda nuestra dignidad como seguidores de Cristo.
Medalla para exorcismo
La medalla es una oración de exorcismo contra Satanás, una oración de fortaleza en el tiempo de la tentación, una oración por la paz entre nosotros y entre las naciones del mundo, una oración para que la Cruz de Cristo sea nuestra luz y nuestra guía, una oración de firme rechazo a todo lo que es malo, una oración para que podamos con valor cristiano "caminar por los caminos de Dios, con el Evangelio como guía", como nos exhorta San Benito.
Tendremos una fructífera experiencia espiritual si nos tomamos el tiempo para observarla.
En resumen la medalla es un reflejo para traer la verdadera paz de mente y corazón a nuestras vidas mientras luchamos por superar las debilidades de nuestra naturaleza humana, y tambien para darnos cuenta de que nuestra condición humana no es perfecta, pero que con la ayuda de Dios y la intercesión de los santos puede mejorar.
La Medalla de San Benito puede servir como un recordatorio constante de la necesidad de tomar nuestra cruz diariamente y "seguir al verdadero Rey, Cristo nuestro Señor", y así aprender a "participar en su reino celestial", como nos exhorta San Benito en el Prólogo de su Regla.
Bendición de la Medalla de San Benito
Las medallas de San Benito son sacramentales que pueden ser legítimamente bendecidas por cualquier sacerdote o diácono, no necesariamente benedictino (Instr., 26 de septiembre de 1964, canon 1168). Se puede utilizar la siguiente fórmula (traducida del inglés).
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor.
Que hizo el cielo y la tierra.
En el nombre de Dios Padre + Todopoderoso, que hizo los cielos y la tierra, los mares y todo lo que hay en ellos, exorcizo estas medallas contra el poder y los ataques de los malvados. Que todos los que usen devotamente estas medallas sean bendecidos con la salud del alma y del cuerpo. En el nombre del Padre Todopoderoso +, del Hijo Jesucristo nuestro Señor, y del Espíritu Santo + el Paráclito, y en el amor del propio Señor Jesucristo, que vendrá en el último día a juzgar a los vivos y a los muertos, y al mundo por el fuego.
Amén.
Recemos.
Dios todopoderoso, fuente inagotable de todo bien, te pedimos humildemente que, por intercesión de San Benito, derrames tus bendiciones sobre estas medallas. Que los que los usen con devoción y se esfuercen por hacer buenas obras, sean bendecidos por ti con la salud del alma y del cuerpo, la gracia de una vida santa y la remisión de las penas temporales debidas al pecado. Que también ellos, con la ayuda de tu amor misericordioso, resistan la tentación de los malvados y se esfuercen por ejercer la verdadera caridad y la justicia con todos, para que un día aparezcan sin pecado y santos a tus ojos. Esto lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén.
A continuación, el clérigo rocía las medallas con agua bendita.
Permissu superiorum. Nihil obstat e Imprimatur, 24 de abril de 1980.
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Las puedes encontrar en una gran variedad de tamaños y fabricadas en plata de ley.
